La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible que
tuvo lugar en Johannesburgo en 2002, fue cenit y la culminación de una serie de
conferencias mundiales que dio comienzo en el año 2000 con la Cumbre del
Milenio de la ONU. En Johannesburgo se logró acordar una serie de objetivos
parciales para seguir llevando a la práctica el modelo de desarrollo
sostenible. Al finalizar la cumbre fueron aprobados un plan de acción y una
declaración política de los jefes de estado y de gobierno.
La declaración política fortaleció sobre todo el
sistema de Naciones Unidas y la idea de multilateralismo. El documento más
importante de la cumbre, el plan de
acción, contiene una serie de nuevos plazos y exige la elaboración de diversos
programas de implementación.
Tras el acto inaugural, comenzaron las negociaciones
de los principales grupos de países participantes: los jefes de las
delegaciones de la UE, el grupo de los países en vías de desarrollo, denominado
G77, y el grupo de EEUU, Japón, Australia, Rusia y Canadá.
Los dos temas de posición fueron la exigencia de que
en Johannesburgo se alcanzasen compromisos concretos de actuación por un lado,
y la preferencia de que la cumbre cristalizase en una declaración de buenas
intenciones, por el otro.
El G77 era el más interesado en la definición de
acciones concretas que permitieran contribuir a la reducción de las diferencias
entre ricos y pobres.
La posible relación entre el calentamiento global y
las inundaciones catastróficas sufridas en numerosos puntos del planeta fue
analizada por un grupo de expertos que aprovecharon para declarar que sería muy
positiva la ratificación del Protocolo de Kyoto sobre reducción de emisiones de
gases que están provocando el calentamiento global.
Transcurridas tres décadas desde la Conferencia de
Estocolmo, está claro que los problemas del ambiente son los problemas del
desarrollo desigual para las sociedades humanas y nocivas para los sistemas
naturales. Corresponde al mundo desarrollado una responsabilidad mayor.
Será imposible alcanzar un estilo de desarrollo
ambiental y socialmente sostenible sin que todos los países estén dispuestos a
cambiar su patrón actual de crecimiento y de utilización del plano natural.
La Cumbre de Johannesburgo concluyó con un solemne compromiso, que
sólo será verificado por las generaciones futuras: “desde el continente africano, cuna de la humanidad, solemnemente
prometemos a los pueblos del mundo y a las generaciones que heredarán esta
tierra, que tenemos la determinación de asegurar que nuestra colectiva de un
desarrollo sostenible, sea alcanzada”.
Cumbre de la
Tierra de Johannesburgo
La Cumbre de la Tierra celebrada en 2002 del 26 de agosto al 4 de septiembre de 2002 en Johannesburgo (África
del Sur). Cumbre
Mundial del desarrollo
sostenible organizada por
la ONU, con la asistencia de más de un centenar
de Jefes de Estado y de alrededor de 60 000 personas, incluidos los delegados,
los representantes de ONG, los periodistas y las empresas. Este encuentro pretendía ofrecer un
discurso ecologista como parte de la labor de concienciación sobre la
importancia del desarrollo sostenible, para que todas las personas puedan
satisfacer sus necesidades presentes y futuras, sin dañar el medio ambiente. Se
constituyó como un instrumento de coordinación entre distintos actores de la
sociedad internacional con el propósito de incentivar a la población
internacional, y que la protección ambiental fuese compatible con el
crecimiento económico, y el desarrollo social, mediante la suma de los
esfuerzos y de las capacidades de las partes involucradas.
Objetivos
Esta tercera edición sirvió para hacer un balance
de la anterior Cumbre de la Tierra, celebrada en Río
de Janeiro en 1992. Centrada en el Desarrollo
Sostenible, su objetivo
era la adopción de un plan de acción de 153 artículos divididos en 615 puntos
sobre diversos temas: la pobreza y la miseria, el consumo, los recursos
naturales y su gestión, globalización, el cumplimiento de los Derechos humanos, etc Como consta en el Informe de la Cumbre
Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, Johannesburgo [(Sudáfrica)], 26 de agosto a 4 de
septiembre de 2002, se instó a los países desarrollados a
alcanzar los niveles intencionalmente convenidos de asistencia oficial al
desarrollo, apoyar la creación de alianzas regionales fuertes para promover la
cooperación internacional, afirmar que el sector privado también tiene el deber
de contribuir al desarrollo sostenible, y por último llamar a crear
instituciones internacionales y multilaterales más eficientes, democráticas y
responsables.
Público al que
iba dirigida
El público al que iba dirigida esta Cumbre fueron
los gobiernos, la sociedad civil y las grandes empresas, para alentarlas a que
presenten iniciativas para establecer acuerdos de colaboración mediante los
cuales se aborden problemas específicos y se logren resultados mensurables que
mejoren las condiciones de vida de la gente en todo el mundo. Esta Cumbre
incluyó además, las voces, experiencias y puntos de vista de representantes de
distintos grupos de la sociedad, tales como: Funcionarios de Gobierno y Jefes
de Estado, Organizaciones no gubernamentales, Empresas e industrias,
Poblaciones indígenas, Trabajadores y sindicatos, Comunidades científica y
tecnológica, Campesinos, Autoridades locales, Agencias y programas de la ONU, y
por último, niños y jóvenes. Ellos representan los Grupos Principales
identificados en el Programa 21.
Temas de estudio
Algunos temas de especial interés fueron debatidos
en esta cumbre.
El acceso al agua y el estrés hídrico
Si bien el consumo mundial continúa creciendo,
especialmente con la aparición de nuevos países industrializados (NPI), como la India y China, los
recursos de agua presentan factores sociales, económicos y políticos importantes y críticos, fuentes de
potenciales conflictos.
Así, la Cumbre de la Tierra en 2002 fue el
escenario de discusión y orientación sobre la gestión de estos recursos, las necesidades de consumo, y la falta de
acceso al agua. Uno de los objetivos es reducir para el año 2015 la población que no
dispone de saneamiento adecuado para las aguas residuales.
El dossier de la energía
La energía es otra cuestión delicada discutida en
esta edición. Los países del Norte, incluido los Estados
Unidos de América, son acusados regularmente de ser culpables de un excesivo consumo de energía, y los NPI luchan para satisfacer su demanda. Las
reservas de combustibles fósiles estarán en riesgo de agotamiento en las próximas
décadas, y el petróleo será prohibitivo para los países del Sur.
A pesar de este contexto de tensiones económicas
internacionales, las energías
renovables y sus usos
siguen estando fuera del alcance de muchos países emergentes.
La producción agrícola
La productividad agrícola a través de la agricultura intensiva suscita algunos revuelos en la comunidad
científica y entre los consumidores. Además de la regresión y degradación del suelo, este método de producción aumenta, por el
uso de fertilizante y pesticidas, una contaminación de los productos finales y de las aguas subterráneas. Otros sistemas de producción agrícola han conocido una moda pasajera, tal como
la agricultura biológica, pero sigue fuera del alcance de los países del
Sur que luchan para alimentarse a sí mismos.
Biodiversidad de las especies animales
Bajo el efecto de la presión demográfica, numerosas
reservas ecológicas han visto disminuir su extensión y ven su existencia
amenazada por las necesidades económicas de los países. Así numerosas especies de plantas y animales desaparecen bajo la
influencia de la deforestación o de la destrucción de su medio ambiente.
Mientras que los laboratorios están buscando nuevos
ingredientes activos en las especies del Sur, muchos de ellos siguen careciendo
de acceso a las farmacopeas de los países desarrollados, privándoles de la
atención a poblaciones enteras enfrentadas a menudo a los flagelos del SIDA y la malaria.
Una cuestión simbólica
La Cumbre de la Tierra presenta una importante
cuestión simbólica. Es la prueba del Desarrollo de una cultura mundial por el respeto a la ecología.
Su objetivo es demostrar la capacidad colectiva
frente a los problemas planetarios y oponerse al poder unilateral de la
principal potencia, el de Estados
Unidos. Afirma la
necesidad de un crecimiento en conformidad con el medio
ambiente, con el
objetivo de la salud, la educación y la justicia.
El desafío político de la Cumbre es también
importante, ya que demuestran que la guerra contra el terrorismo no es el único problema mundial al día de hoy.
Polémica
Inercia de las grandes potencias
El gobierno de Estados
Unidos no deseaba
participar en la Cumbre. La Unión
Europea dijo en la
apertura de la Cumbre de la Tierra que no renegociaría los acuerdos
recientemente alcanzados en Monterrey (México) y en Doha (Qatar). Estos acuerdos versaban sobre los
importes de la ayuda oficial al desarrollo (AOD) y la liberación del comercio internacional. Sostuvo que la Cumbre de la Tierra no era
lugar para las negociaciones sobre el desmantelamiento progresivo de las
subvenciones a los países desarrollados.
Dos cuestiones clave bloquearon la aprobación de un
Plan de Acción:
▪
La solicitud del Norte al Sur para que se respetaran los derechos
humanos y luchar contra la corrupción;
▪
El establecimiento de nuevos objetivos para la reducción de la pobreza.
Los objetivos fueron, por ejemplo, reducir a la mitad, en 2015, la población del mundo carente de
saneamiento de (aguas residuales) y de elevar al 15% en 2010 la proporción de las energías renovables
(por ejemplo energía eólica, solar).
Algunos artículos fueron difíciles de negociar.
Así, los Estados Unidos se opusieron a la mención del principio de precaución en el texto y la referencia, ni siquiera
indirecta, del Protocolo sobre Seguridad de la Biotecnología, que trata de los organismos genéticamente modificados (OGM). También se negó la adopción de
metas sobre la energía o el agua contaminada.
Logros
Sin embargo, y a pesar de los problemas planteados,
la amplia participación y colaboración fueron claves para el buen desarrollo de
la Cumbre y en consecuencia, para el éxito del desarrollo
sostenible. Ya que todos
los sectores de la sociedad tienen un papel que desempeñar en la construcción
de un futuro en el que los recursos naturales se protejan, y la prosperidad y
la salud estén al alcance de todos los ciudadanos del mundo. Para algunos, el
gran éxito de la Cumbre de la Tierra de Johannesburgo fue el énfasis que se
logró poner en temas de desarrollo social tales como la erradicación de la
pobreza, el acceso al agua y a los servicios de saneamiento, y la salud. Así,
se acordó reducir a la mitad, para el año 2015, la proporción de personas cuyo
ingreso sea inferior a 1 dólar diario, la de personas que padezcan hambre y la
de personas que no tengan acceso al agua potable. Se acordó también fortalecer
la contribución del desarrollo industrial a la erradicación de la pobreza, de
manera compatible con la protección del medio ambiente. Sólo mediante
esfuerzos vigorosos y coordinados podremos asumir este impostergable reto del
que depende la viabilidad del ecosistema mundial, tanto natural como social
1.
Liberalismo humanitario
Los países del Norte pretendieron la implicación de
las empresas privadas en la creación de asociaciones entre los gobiernos y las empresas. Las Naciones Unidas había publicado una lista de asociaciones, con las
empresas que hubiesen recibido la aprobación como respetuosas con el medio ambiente. Las asociaciones son conocidas como Type II
agreements.
Algunos, incluidos los representantes de organizaciones no gubernamentales protestaron a continuación contra la
actitud de los Estados Unidos y la Unión
Europea, que
defendían, en su opinión, los intereses de las multinacionales. Muchos vieron
este enfoque, promovido por Washington, como una forma para que el Estado abandonase sus responsabilidades.
Los costos de la Cumbre
La Cumbres de Johannesburgo costo 33 millones de
euros a Sudáfrica y 47 millones a las Naciones Unidas, 80 millones de euros en
total.
Esto podría representar:
▪
La conexión al agua
potable de 80 000
personas en una ciudad como La
Paz (Bolivia) o Manila (Filipinas );
▪
El coste de la adquisición de 11 tanques americanos M1
Abrams. Catherine Kamping, ha señalado durante la clausura que mientras
que un tercio de la población mundial gana menos de un dólar al día, nosotros
hemos estado durante diez días en este paraíso de riqueza para lograr unos
resultados decepcionantes.1
No hay comentarios:
Publicar un comentario